CARTA DE UNA HIJA A SU MADRE QUE TIENE ALZHEIMER..


Carta a mi madre:

Mami hoy quiero escribir esta carta que marcará el término de una etapa de nuestras vidas juntas para poder continuar y hasta que Dios así lo quiera dándote todo lo que necesitas, cuidados, comprensión y sobre todo el amor que te mereces.
Hoy quiero agradecerte por darme la vida, por procurarme un ambiente sano, seguro y feliz durante toda mi niñez y adolescencia. Gracias por preocuparte siempre de mis necesidades y por evitarme cualquier situación de preocupación o dolor.
Fuiste siempre una buena madre aunque si quiero expresarte que me faltaron abrazos, besos y “te quiero”. Comprendo que tal vez tu tampoco los tuviste al perder a tu madre apenas a tus 6 años y no sabías como hacerlo, pero aún así, a tu manera siempre me hiciste sentir muy querida.
Creo haber sido siempre una hija buena y obediente y no haberte causado muchos dolores de cabeza, sin embargo no sé cuanto sufriste a escondidas en cada fracaso o situación dolorosa por la que yo pasé. Por un lado quiero pedirte disculpas por todo esto y por otro te perdono porque te sentí lejana cuando tanto necesitaba de tus consejos de madre.
No tengo palabras para agradecerte todo tu apoyo y acogida que me diste cuando quedé viuda. Fuiste parte importante en mi Aproximadamente a tus 80 años empezabas a tener problemas de memoria y alteraciones en tu forma de ser y yo sin saber que era el comienzo de una enfermedad mental no te comprendía, no entendía por qué me tratabas tan mal, por que me decías tantas cosas que me lastimaban y me hacían evitarte para no sufrir tanto. Hoy te quiero pedir perdón por eso y por todas las veces que no te tuve paciencia. Creo que en ese tiempo el dolor y mi ignorancia sobre la enfermedad no me permitían demostrarte mi cariño que tanto necesitabas.
Quiero que sepas que te perdono por todo lo que conciente e inconcientemente me dijiste, por haber cambiado tanto dejando de ser tú e irte de mi lado como madre. Te perdono por haber cambiado los papeles, yo no quería tomar el papel de mamá tuya. Te perdono por necesitar tanto de mi cuando aun yo aún ten necesito y por todos los momentos que aunque estás ahí a la vez estas ausente.
Los primeros años de tu enfermedad fueron para mi muy desgastantes al tratar de entender, aceptar y a la vez tratar de que todos mis hermanos participaran y reaccionaran de igual manera, creyendo que al dividir las tareas y los tiempos todo sería mas llevadero y tu podrías estar siempre bien atendida….Y tardé en comprender que eso era solo un sueño y que no sería así, que cada uno daría lo que es capaz y aunque renegué muchas veces de ser a mi a quien le tocara lo mas pesado, o mas bien casi todo lo relativo a tus cuidados, ahora te doy gracias y doy gracias a Dios por el privilegio de poder atenderte, de velar día a día, minuto a minuto por tus necesidades.
Este último año he estado apoyada y orientada por la Asociación Alzheimer y he logrado ver la enfermedad de una manera diferente, he podido expresar todos esos sentimientos de tristeza, rabia, impotencia, desesperación etc. que guardaba en un ambiente de comprensión y cariño entre personas que están viviendo lo mismo que yo y con todo esto, ahora he logrado ver esto como algo difícil pero no imposible de llevar. Doy gracias a Dios por Su luz y por encaminarme hacia ellos ya que cría que esta enfermedad era intolerable, insoportable, desgarradora y muy desgastante, ya no podía verle nada bueno y ahora a 6 años de su inicio puedo ver las cosas tan distintas.
He pasado algunas crisis y he caído enferma ya que esta enfermedad además de consumirme física y mentalmente, me causa un conflicto emocional al tratar de aceptar cada cosa que vas perdiendo, cada paso que das para atrás y sobre todo aceptar que YA NO ERES TÚ. Todo esto se lo voy ofreciendo a Dios por ti para que no permita que sufras, para que si es posible no llegues a las últimas etapas de esta enfermedad que me parece serán muy duras. Le pido que me permita entender Su voluntad, aceptarla y si El así lo dispone, poder ayudar a otros que estén pasando por la misma situación.
Gracias mami por haberme enseñado a amar a Dios, esto es lo mas valioso que tengo. Recuerdo cuando era muy pequeña que rezábamos contigo el rosario y ahora cuando quiero tranquilizarte comienzo a rezarlo a tu lado y aunque no recuerdas como hacerlo, después de un rato tratas de contestar.
Mami yo sé que tú ya te ganaste el cielo y ahora eres como una niña pequeña con miedos e inseguridades, dependiente totalmente de otros pero creo que por ti y por esto que Dios ha permitido que vivas, se me da la oportunidad de yo también poder ganármelo aún con todas mis debilidades y flaquezas humanas, tratando de perseverar en la paciencia, la tolerancia, la entrega total y todo lo demás en lo que Dios quiera formarme. ¡!ESTO ES MARAVILLOSO!!! Gracias.
No sé si mientras estabas sana te dije lo mucho que te quiero pero en este tiempo en que he recibido todos los “te quiero” que nunca había oído de ti, quiero aprovechar cada día para demostrarte todo mi amor con abrazos, con besos, con palabras y sobre todo con mis acciones. Esto es algo nuevo para mi. Es un gran regalo.
Sé que tengo que decir adiós a tantas cosas pero me agrada saber que lo puedo hacer aún en vida y que me ayudará a seguir en este camino dándote lo mejor posible y proporcionándote eso que nunca dejarás de sentir, MI AMOR.
Hoy voy a decir adiós a mi madre como yo la conocí y creí que siempre sería igual.
Adiós a ser hija para pasar a ser madre de ella.
Adiós a contar con una madre para ahora ser parte importante de su vida.
Adiós al sueño de una familia perfecta y al mismo tiempo aceptar con paz lo que me tocó vivir.
Adiós a recibir de ella y dedicarme solo a dar.
Para terminar solo quiero decirte que espero que durante el tiempo que te quede junto a mi, pueda yo darte todo lo que mereces y devolverte aunque sea un poco de lo mucho que siempre me diste tu a mi. Espero que el día que Dios te llame a Su lado me sienta con la satisfacción de haber cumplido y con eso me regale su Paz.

TE QUIERO CON TODO MI CORAZÓN.

(Tomada de internet)

padre de tus padres

“Hay una ruptura en la historia de la familia, donde las edades se acumulan y se superponen y el orden natural no tiene sentido: es cuando el hijo se convierte en el padre de su padre”.
Es cuando el padre se hace mayor y comienza a trotar como si estuviera dentro de la niebla. Lento, lento, impreciso. Es cuando uno de los padres que te tomó con fuerza de la mano cuando eras pequeño ya no quiere estar solo. Es cuando el padre, una vez firme e insuperable, se debilita y toma aliento dos veces antes de levantarse de su lugar. Es cuando el padre, que en otro tiempo había mandado y ordenado, hoy solo suspira, solo gime, y busca dónde está la puerta y la ventana – todo corredor ahora está lejos. Es cuando uno de los padres antes dispuesto y trabajador fracasa en ponerse su propia ropa y no recuerda tomar sus medicamentos. Y nosotros, como hijos, no haremos otra cosa sino aceptar que somos responsables de esa vida. Aquella vida que nos engendró depende de nuestra vida para morir en paz. Todo hijo es el padre de la muerte de su padre. Tal vez la vejez del padre y de la madre es curiosamente el último embarazo. Nuestra última enseñanza. Una oportunidad para devolver los cuidados y el amor que nos han dado por décadas. Y así como adaptamos nuestra casa para cuidar de nuestros bebés, bloqueando tomas de luz y poniendo corralitos, ahora vamos a cambiar la distribución de los muebles para nuestros padres. La primera transformación ocurre en el cuarto de baño. Seremos los padres de nuestros padres los que ahora pondremos una barra en la regadera. La barra es emblemática. La barra es simbólica. La barra es inaugurar el “destemplamiento de las aguas”. Porque la ducha, simple y refrescante, ahora es una tempestad para los viejos pies de nuestros protectores. No podemos dejarlos ningún momento. La casa de quien cuida de sus padres tendrá abrazaderas por las paredes. Y nuestros brazos se extenderán en forma de barandillas. Envejecer es caminar sosteniéndose de los objetos, envejecer es incluso subir escaleras sin escalones. Seremos extraños en nuestra propia casa. Observaremos cada detalle con miedo y desconocimiento, con duda y preocupación. Seremos arquitectos, diseñadores, ingenieros frustrados. ¿Cómo no previmos que nuestros padres se enfermarían y necesitarían de nosotros? Nos lamentaremos de los sofás, las estatuas y la escalera de caracol. Lamentaremos todos los obstáculos y la alfombra.
Feliz el hijo que es el padre de su padre antes de su muerte, y pobre del hijo que aparece sólo en el funeral y no se despide un poco cada día.
Mi amigo Joseph Klein acompañó a su padre hasta sus últimos minutos. En el hospital, la enfermera hacía la maniobra para moverlo de la cama a la camilla, tratando de cambiar las sábanas cuando Joe gritó desde su asiento: Deja que te ayude. Reunió fuerzas y tomó por primera vez a su padre en su regazo. Colocó la cara de su padre contra su pecho. Acomodó en sus hombros a su padre consumido por el cáncer: pequeño, arrugado, frágil, tembloroso. Se quedó abrazándolo por un buen tiempo, el tiempo equivalente a su infancia, el tiempo equivalente a su adolescencia, un buen tiempo, un tiempo interminable. Meciendo a su padre de un lado al otro. Acariciando a su padre. Calmando él a su padre. Y decía en voz baja:
– ¡Estoy aquí, estoy aquí, papá! “Lo que un padre quiere oír al final de su vida es que su hijo está ahí”.

Largo… hondo… reflexivo.
Ojalá puedan compartirlo a sus familias.

Guía de comunicación de demencia


Desea que sus interacciones con su ser querido con demencia sean pacíficas, tranquilizadoras y significativas.

El uso de estos 10 consejos le permitirá navegar por las aguas, a menudo turbias, de la comunicación sobre la demencia.

1- MANTENER UNA ACTITUD POSITIVA
Ver a tu ser querido en tal declive es bastante angustioso. Prepárate con anticipación. Infórmate sobre qué esperar. Asegúrate de tener mucho apoyo de amigos, mentores o terapeutas.

2- EVITAR DISTRACCIONES
Mantenga el entorno libre de distracciones. Si está tratando de tener una conversación, asegúrese de eliminar el ruido y otras distracciones. Manténgase en su línea de visión para que sea más fácil concentrarse en usted.

3- MANTENLO SIMPLE
Utilice un lenguaje fácil de entender. No hagas muchas preguntas como «¿Cómo estás?» puede ser confuso. Evite el sarcasmo o la ironía. Hable sobre lo que saben y con lo que están más familiarizados. Trate de no abundar en temas que parezcan confusos y sea rápido para avanzar o redirigir cuando se encuentre con confusión o agitación.

4- ESTAR DISPUESTO A REPETIR
Ya sea porque no lo escucharon correctamente, se están demorando más en procesar sus palabras o simplemente no lo entendieron la primera vez, es de esperar que se repita. Evite sentirse frustrado por su inevitabilidad y simplemente repita o reformule

5- SE RESPETUOSO
Si bien su comportamiento puede parecer infantil, debemos recordar que nos estamos comunicando con un adulto. Mantén un tono respetuoso y amable y evita frases infantiles.

6- USE EL TACTO Y EL LENGUAJE CORPORAL
La demencia no es contagiosa, no tenga miedo de sentarse cerca, tomar una mano, tocar un hombro, dar un abrazo. La cercanía y el contacto físicos son importantes y ayudarán a mantenerlos enraizados en la realidad.

7- EL TONO IMPORTA
La demencia a menudo le roba a nuestro ser querido su intuición. Son incapaces de distinguir la fuente de tus emociones. Si tu tono es negativo, creerán que tus sentimientos hacia ellos son negativos. Del mismo modo, si su tono es positivo, es probable que sus emociones también se inclinen hacia lo positivo.

8- RECUERDA LAS 10 NORMAS
«Siempre de acuerdo… Nunca discuta
Siempre redirija… Nunca razone
Siempre distraiga… Nunca avergüence
Siempre tranquilice… Nunca sermonee
Siempre repita… Nunca diga «Te lo dije»
Siempre anime… Nunca diga «No puedes»
Siempre Reforzar… nunca imponer
Recuerda siempre… Nunca digas «Recuerda»
Siempre Pregunte… Nunca Ordene
Siempre Elogie… Nunca Condescienda

9- EVITAR LA IRA
Si bien nuestra ira rara vez se dirige hacia nuestro ser querido, sino hacia la enfermedad, es muy importante que evitemos expresar esta ira en presencia de nuestro ser querido, ya que ya no tiene la capacidad de determinar la fuente de su emoción negativa.

10- ESTAR
Lo mejor que puede hacer por su ser querido es estar presente. A veces, la conversación es difícil, pero su presencia tranquilizadora en sus vidas llegará muy lejos para ayudarlos a sentirse amados.

Derechos de autor 2019 | Un puente entre la brecha | Sólo para uso personal